Se hizo viral: hombre lleva un huevo abandonado a su casa y termina ganando un amigo para siempre

El hombre encontró un huevo abandonado, lo llevó a casa, lo incubó y entonces nació una amistad inusitada.

Parece una historia de libro infantil, pero realmente ocurrió. Riyadh Khalaf caminaba por la ciudad de Londres cuando encontró un huevo abandonado, que llevó a casa, lo incubó y así nació una amistad inusitada.

En un video hecho por Khalaf y compartido en la página de “The Dodo en Instagram“, él mismo cuenta la increíble experiencia de convertirse en la madre de un hermoso patito. “Acabamos de encontrar lo que creemos que es un huevo de pato”, dice él, mientras muestra el pequeño huevo blanco en una pila de tierra.

Khalaf notó que no había ningún nido cerca, así que colocó el huevo envuelto en una servilleta dentro de un vasito de papel y lo llevó a casa.

Él cuenta en el video que tiene algo de experiencia con aves y sabía que el huevo podría sobrevivir un tiempo en un estado latente. Para ver si el huevo era viable, Khalaf pidió una incubadora, y fue cuando su jornada realmente comenzó.

Al ver que el pequeño pajarito estaba vivo, Khalaf comenzó a seguir el desarrollo del animalito a diario y aprovechó el tiempo que “el bebé” estuvo en el huevo para aprender todo lo posible sobre los patos.

Después de 28 días, el huevo finalmente comenzó a agrietarse. Khalaf intentó seguir todo el proceso, que puede durar hasta 48 horas, pero terminó quedándose dormido y despertó con los pequeños piidos. “Solo había un pequeño alienígena mojado mirándome”, cuenta. “Fue amor a primera vista.”

Khalaf lo llamó Spike e hizo todo lo posible para que el patito estuviera bien, incluso instaló espejos y compró un pato de peluche para que pudiera ver otro animalito como él y aprender cómo comer con su pico.

También lo ponía a nadar en una bañera, se encargaba de su alimentación y, a medida que el pato crecía, Khalaf lo llevaba al parque para acostumbrarlo al aire libre.

Después de 89 días, Spike fue llevado por Khalaf a un centro de rehabilitación para animales, que lo colocó en una instalación al aire libre, junto a un grupo de patos como él, donde podría decidir si se quedaba o no una vez que aprendiera a volar por allí.

Pocas semanas después, Spike ya estaba adaptado, sus colores característicos de pato salvaje se desarrollaron y, para alegría de Khalaf, ahora ya podía volar.

Este contenido fue creado con la ayuda de la IA y revisado por el equipo editorial.

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